En esta actividad, su hijo usará pedazos de hilo como “serpientes” para practicar las habilidades matemáticas de comparar longitudes de objetos y organizarlos en orden.
Antes de empezar, corte pedazos de hilo de diferentes longitudes. Puede empezar con cuatro longitudes diferentes y después agregar más pedazos de hilo una vez que su hijo domine este juego.
Coloque los pedazos de hilo en la mesa o charola y diga: “¡Mira, estas son mis serpientes de hilo! Algunas son cortas y algunas son más largas”. Puede crear movimientos y sonidos con los hilos haciendo de cuenta que son serpientes. También puede hacer de cuenta que son gusanos u orugas en lugar de serpientes, si su hijo lo prefiere. Luego, hable sobre cómo poner las “serpientes” en orden por longitud: “Veamos si podemos hacer que nuestras serpientes se alineen una junto a la otra en orden de largo. Empecemos tomando dos serpientes para comparar”.
Su hijo puede tomar dos pedazos de hilo. Muéstrele a su hijo cómo hacer que las “colas” de ambas serpientes queden justo una al lado de la otra para que tengan el mismo punto de partida. Luego estire cada “serpiente” para ver cuál es más larga. Una vez que su hijo compara y alinea las dos primeras serpientes, haga que tome otra. Ayúdelo a comparar lo largo de la nueva “serpiente” con las otras y que determine dónde es que pertenece en el grupo, en orden de la serpiente más corta a la más larga.
Una por una, agregue cada nueva serpiente al grupo según su longitud. Cuando todas las serpientes estén alineadas por longitud, felicite a su hijo. Las serpientes pueden tener una fiesta de baile en la que todas se mueven juntas y se desordenan otra vez. Si su hijo quiere jugar otra vez, él o ella puede reordenar el grupo de serpientes.