En esta actividad, su hijo creará una historia imaginaria y le ayudará a escribir oraciones y dibujar ilustraciones sobre ella.
Comience explicando la actividad a su hijo: “Hoy vamos a pensar juntos en una historia ficticia. Podemos usar nuestra imaginación para inventar una historia sobre lo que queremos. ¡Puede ser algo gracioso, divertido, de miedo o lo que uno quiera!”.
Pregúntele a su hijo de qué quiere que se trate la historia. Si le cuesta pensar en una idea, proporcione ayuda dándole algunas sugerencias sobre las cosas que le gustan. Por ejemplo, “Sé que te encanta jugar fútbol y hablar de princesas. ¿Te gustaría inventar una historia sobre una de esas cosas?”. Permita que su hijo tenga libertad y creatividad mientras imagina su propia historia. La historia no tiene que tener sentido para que sea una buena práctica de escritura.
Algunos niños prefieren hacer un dibujo primero e inventar una historia sobre su dibujo. Puede dejar que su hijo elija si va a comenzar dibujando o creando una historia. Mientras su hijo cuenta su historia, escriba algunas oraciones en una hoja de papel para capturar la historia. Anímelo a que le ayude con la escritura tanto como pueda. Por ejemplo, su hijo podría decir: “Y la princesa tenía cabello oscuro y rizado”. Puede preguntarle acerca de los sonidos iniciales de las palabras clave diciendo: “¿Con qué sonido empieza la palabra princesa? /P/, /P/, /P/… Princesa. Sí, princesa comienza con /p/. ¿Sabes qué letra dice /p/?”. Si su hijo sabe cómo escribir algunas letras, pídale que escriba las letras que conoce en algunas de las palabras.
Una vez que se han escrito varias oraciones, puede volver a leer y repasar con su hijo. Al terminar la historia, anime a su hijo a que dibuje algunas ilustraciones con usted para acompañar su historia (si aún no lo ha hecho).